Soy un urbanodonte
Domingo 7 de septiembre 2003
No sé si de esto se trate: Hambre.
Uno pretende salir si se encuentra encerrado, pero al salir
es en la calle algo así como un perro sin dueño.
Hace falta dinero, mujer,
y nosotros sin una gota de líquido para aguantar el sol.
Ciudad Mascota,
llena de edificios de concreto caliente, paredes con sabor salado.
Estamos más solos en la ciudad.
Buscamos carne, refugio.
La mayoría de las veces necesitamos bebida o un beso.
Esperamos encontrar en la siguiente esquina
a quien romperle la cara.
No hay victorias públicas en Ciudad Mascota.
Eso se ha comprobado para las personas de nuestra clase.
La publicidad enaltece lo ficticio. Ficción urbana, sí.
Digamos entonces adiós a la lástima.
Más vale romperse el cuello en la realidad
que dormitar en el enamoramiento.
Si te doblas, la vida te mancillará.
Hoy quiero ser un cuchillo
girando en el aire.
No sé si de esto se trate: Hambre.
Uno pretende salir si se encuentra encerrado, pero al salir
es en la calle algo así como un perro sin dueño.
Hace falta dinero, mujer,
y nosotros sin una gota de líquido para aguantar el sol.
Ciudad Mascota,
llena de edificios de concreto caliente, paredes con sabor salado.
Estamos más solos en la ciudad.
Buscamos carne, refugio.
La mayoría de las veces necesitamos bebida o un beso.
Esperamos encontrar en la siguiente esquina
a quien romperle la cara.
No hay victorias públicas en Ciudad Mascota.
Eso se ha comprobado para las personas de nuestra clase.
La publicidad enaltece lo ficticio. Ficción urbana, sí.
Digamos entonces adiós a la lástima.
Más vale romperse el cuello en la realidad
que dormitar en el enamoramiento.
Si te doblas, la vida te mancillará.
Hoy quiero ser un cuchillo
girando en el aire.
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