BREVE HISTORIA DE UNA TV DAEWOO

*Mamá, soy Paquito
La niñera de grueso caparazón y un par de antenas también peca de sensible. Cuando no es la película Angelitos Negros, nos suelta la lágrima con la historia de un niño abandonado.
Maldito Remi “tun-tun tun-tun caminar... tun-tun tun-tun a correr”.
Malditos Banana Splits y Pájaros Patinadores. Allí viene Cascarrabias, escuchen bien... allí viene Cascarrabias.
Sólo falta que a mis años la tv diga: “tú te la pasas en la calle, y yo siempre con la mortificación”. Chilladeras, chilladeras.


*A Rin tin tín no le gustaba la pizza
Ojalá y me crean, hablo en serio. No era al héroe canino – que no por eso es Supercán-, Rin tin tín a quien le gustaba la pizza. No. Las verdaderas estrellas de tv tienen gustos distintos a la mayoría. Se alimentan de rating. Los comerciales les dejan tomar aire y echar una vuelta al baño.
Rin tin tin suspira. Le duele la espalda. Por la tarde tiene reunión en el INSEN.


*Mirando lencería mientras escuchaba Odisea Burbujas
Recuerda, Ricardo, que en vez de hacer la tarea nos asomábamos por debajo de la cortina para ver a las mujeres probarse la lencería. Mi madre tenía clientas jóvenes, que se preocupaban de que estos dos niños estuvieran mirando a Patas Verdes contra el Ecoloco, en un cuarto contiguo.
Eran bragas muy pequeñas. Mimoso ratón se hacía el delicado.
“Se me hace que ese ratón es puñal”, dijiste.
Y puñal te volviste tú varios años después, cabrón.