Posada de Oficio EdicioES

Armando Alanis me dijo de la posada de OFICIO. Las oficinas de esa editorial son como una segunda casa para los colaboradores: No siempre hay cerveza en el refrigerador pero uno puede comer de lo que haya dentro. A veces hay algo que se mueve o un emparedado que se ha convertido en un ecosistema autosustentable.
A veces hay Whisky, cortesía del maestro Hugo del Río, cerveza Indio y si tienes suerte, hasta pizza. Esto, si Rocío -la gerenta- convence a Armando de pedirlas.
Entre los asistentes a la posada hay asesores de imagen, luchadores sociales, luchadoras rudas, músicos, poetas, locos y locas, periodistas, perredistas, restauradores de muebles, malformadores de conciencias, diseñadores gráficos, grafógrafos maldiseñados, grupos underground de música norteña y duetos que tocan música de tríos.
En época decembrina beben Cerveza Nochebuena, además de las que siempre hay. Parece que la Navidad nunca se va de estas oficinas y que cada día puede ser posible una posada.