Encontrando al Pianosaurio
A la mayoría de las personas Santa Claus nos quedó debiendo un regalo. A mí nunca me trajo el maldito Pianosaurio. Como princesa de Disney hace años propuse que en lugar de zapatilla de cristal, rosa negra o diamante africano, la elegida debería conseguirme ese teclado chafa y descolorido llamado Pianosaurio.
Thelma recorrió jugueterías desconocidas para ella, pasillos del mercado Juárez, HEBs, Gigantes, Aurreras, Reforma, ventas de garage y el mercado del río Santa Catarina, y sólo encontró Perrosaurios y Cocodrilosaurios... ante la hipótesis de que el Pianosaurio en realidad había evolucionado a Cocodrilosaurio, pz me dejé convencer.
Hace una semana, justo la mañana del 25 de diciembre, caminamos por el departamento de juguetería de Walmart Las Torres. Allí estaba ese juguete. En chocantes color amarillo y celeste. Con tonos desafinados y torpes, con el reverso cubierto solamente por un pedazo de plástico amarrado con un nudo.
Era un juguete chafa. Ni las artesanías llegaban a ese nivel. Allí terminó la ilusión. La memoria siempre es una idea falseada, donde un objeto barato -aunque cuesta más de 200 pesos- vale más que un Xbox, una palm o una computadora. La mayoría de las veces el corazón promete demasiado.
Ahora me alegro de nunca haberlo tenido. De que en ese momento, cuando Thelma me preguntó:
-¿Te lo compro?
Yo sólo le dije que no.
Thelma recorrió jugueterías desconocidas para ella, pasillos del mercado Juárez, HEBs, Gigantes, Aurreras, Reforma, ventas de garage y el mercado del río Santa Catarina, y sólo encontró Perrosaurios y Cocodrilosaurios... ante la hipótesis de que el Pianosaurio en realidad había evolucionado a Cocodrilosaurio, pz me dejé convencer.
Hace una semana, justo la mañana del 25 de diciembre, caminamos por el departamento de juguetería de Walmart Las Torres. Allí estaba ese juguete. En chocantes color amarillo y celeste. Con tonos desafinados y torpes, con el reverso cubierto solamente por un pedazo de plástico amarrado con un nudo.
Era un juguete chafa. Ni las artesanías llegaban a ese nivel. Allí terminó la ilusión. La memoria siempre es una idea falseada, donde un objeto barato -aunque cuesta más de 200 pesos- vale más que un Xbox, una palm o una computadora. La mayoría de las veces el corazón promete demasiado.
Ahora me alegro de nunca haberlo tenido. De que en ese momento, cuando Thelma me preguntó:
-¿Te lo compro?
Yo sólo le dije que no.
5 palabra de urbanodonte:
Estimados Luis and Thelma:
Feliz año 2008.
Los mejores deseos para ustedes.
Recuerda Luis, que Rosy y Toño ya no forman parte de Los Marcianos y puedes venir al taller con toda tranquilidad.
Todo con exceso.
Con afecto:
René Rojas Santana
su amigo de siempre.
hola luis, ya supe como erscribir,
felicidades por tu nueva vida...
laura medellín, monterrey, nuevo leon mexico
ja ja con el pianosaurio, mi novia siempre me platica del metado teclado de juguete y yo en mi vida he visto uno de esos pianosaurios, ni siquiera sabia que existian, yo creo que me tendre que lanzar a buscar uno para regalarselo en su cumpleaños a ver si no se desiluciona tambien.
Yo tambien estoy muy ilusionado, pero con tu post me has dejado pensativo acerca de si vale la pena conseguir uno......Entonces, Mejor compro un rock band?
Pues yo quiero uno, para mi hijo y se lo voy a conseguir cueste lo que cueste. Es un bonito juguete, ícono de la infancia.
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