La belleza del ring
Hay algo que se llama manipulación, señores. eso es cuando en la lucha libre un tipo le grita a los aficionados "el público es el que tiene la razón". Manera barata de ganar nuestro aplauso. No estoy diciendo con esto que Sangre Chicana sea un mal luchador. Pero si uno va a entrar a la Arena Coliseo es para ver que se tupan a lo machín chicharrin mientras los de la clase media alta ven el Superbowl.
No, no. Domingo del Pancracio Mexicano -no sé por qué carajos le llaman así a la lucha libre-. Mientras Sangre Chicana intenta vencer a su propio hijo en una lucha preliminar, el Pirata Morgan entra de improviso al ring y "órale, güey", le suelta un faulazo al Sangre Chicana Jr. para luego tomar el micrófono y decir al padre: La lucha anterior me la ganaste a la mala, güey. No eres un hombre. Yo soy de otra categoría.
-Ya bájate pinche tuerto -le grita una señora del público.
-Usté cállese, vieja gorda! -le contesta el luchador-. Por eso los chilangos somos una raza superior, pinches mugrosos.
Y bueno, la raza le arrojó palomitas. Un niño estaba intentando celar a Edgar diciéndole: "Tenga cuidado, porque a su novia se la puede quitar un luchador, eh". Imelda sólo sonríe, intentando sordearse. Thelma se ríe cada que alguien grita "¡Tu mamá es mi novia!" y creo que yo, pobre cabrito urbanodonte y humilde, no merecía estar en otro lugar si no es aquí, justo donde están los guamazos, donde un niño gordo pasa cada tres minutos a mi espalda con una comida distinta, comprar cerveza y palomitas para arrojarle a Pirata Morgan luego de que en la última lucha vuelve a faulear, pero ahora a Sangre Chicana Padre. De la pura emoción de recordar el show casi suelto una lágrima justo ahora, sobre el teclado. En serio adoro mi cultura mexicana, armada a base de fregadazos. Cuánta belleza.
No, no. Domingo del Pancracio Mexicano -no sé por qué carajos le llaman así a la lucha libre-. Mientras Sangre Chicana intenta vencer a su propio hijo en una lucha preliminar, el Pirata Morgan entra de improviso al ring y "órale, güey", le suelta un faulazo al Sangre Chicana Jr. para luego tomar el micrófono y decir al padre: La lucha anterior me la ganaste a la mala, güey. No eres un hombre. Yo soy de otra categoría.
-Ya bájate pinche tuerto -le grita una señora del público.
-Usté cállese, vieja gorda! -le contesta el luchador-. Por eso los chilangos somos una raza superior, pinches mugrosos.
Y bueno, la raza le arrojó palomitas. Un niño estaba intentando celar a Edgar diciéndole: "Tenga cuidado, porque a su novia se la puede quitar un luchador, eh". Imelda sólo sonríe, intentando sordearse. Thelma se ríe cada que alguien grita "¡Tu mamá es mi novia!" y creo que yo, pobre cabrito urbanodonte y humilde, no merecía estar en otro lugar si no es aquí, justo donde están los guamazos, donde un niño gordo pasa cada tres minutos a mi espalda con una comida distinta, comprar cerveza y palomitas para arrojarle a Pirata Morgan luego de que en la última lucha vuelve a faulear, pero ahora a Sangre Chicana Padre. De la pura emoción de recordar el show casi suelto una lágrima justo ahora, sobre el teclado. En serio adoro mi cultura mexicana, armada a base de fregadazos. Cuánta belleza.
posted by Luis Valdez at 2/07/2005 08:55:00 a.m.
4 palabra de urbanodonte:
Pues resulta obvio en una ciudad, no? También eso que comentas es cierto. Ni para qué negarlo.
No chille, cabrón. No haga berrinche. Ora se aguanta.
jajajaja, que buenos los commenta, aparte del post.. Ni hablar cabrito, tienens sangre de la raza en tus venas... Yo tambien. Abrazo.Quiero ir a las luchas.
pa'ty
el peque del richie necesita una pu-erta privada en su regadera.Me gusta lo que escribes, solo que no recuerdo lo de las salas de cine.Por hoy, fuiste lo mas rescatable de una tarde lluviosa en la ciudad de tijuana.De parte de una regia en el exilio obligatorio.
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