Lluvia en Ciudad Mascota
No siempre que llueve es porque la ciudad llora. Esa es una idea cursi. Que la jungla de asfalto me extrañe o se ponga melancólica, ya es otra cosa. Cada que voy a Tampico llueve el último día. No es muy estrecha mi relación con esa ciudad, aunque mis planes resultan algo pretenciosos. Una novela que sirva de puente de Monterrey Ciudad Mascota a Villa de San Luis de Tampico.
Curioso también, sería ver la lluvia en la playa. Lo apuntaré para la lista de qué hacer antes de cumplir los treinta años.
El caso es que van varios días de Lluvia en Ciudad Mascota. Las primeras horas se pasan por alto, porque a final de cuentas detesto manejar. Luego, en una tarde como la de ayer martes, no pude evitar comprar una botella de vino tinto y un paquete de aceitunas. Comencé a comer y beber, gustoso. Incluso encendí el último cigarrillo de tabaco de maple que me quedó antes de extraviar el aparatillo ese para liarlos.
Salí al centro de la ciudad, rumbo a La Casa de la Cultura -Emilio Carranza y avenida Colón-. Escuché a Gabriela Torres leer el relato "Está muerto". Un Andrés que no conocía, con su historia de cuando el equipo de Futbol Tigres, perdió el campeonato.
Al final Minerva Reynosa lee el poema La Doncella Dilatada, que comienza a volverse célebre, y salgo de nuevo a la calle. Fue un buen día para ver rostros conocidos. Ideal, también, para no desconocerse.
Bah, evitemos las urbes con tintes de cursilería, por favor.
Curioso también, sería ver la lluvia en la playa. Lo apuntaré para la lista de qué hacer antes de cumplir los treinta años.
El caso es que van varios días de Lluvia en Ciudad Mascota. Las primeras horas se pasan por alto, porque a final de cuentas detesto manejar. Luego, en una tarde como la de ayer martes, no pude evitar comprar una botella de vino tinto y un paquete de aceitunas. Comencé a comer y beber, gustoso. Incluso encendí el último cigarrillo de tabaco de maple que me quedó antes de extraviar el aparatillo ese para liarlos.
Salí al centro de la ciudad, rumbo a La Casa de la Cultura -Emilio Carranza y avenida Colón-. Escuché a Gabriela Torres leer el relato "Está muerto". Un Andrés que no conocía, con su historia de cuando el equipo de Futbol Tigres, perdió el campeonato.
Al final Minerva Reynosa lee el poema La Doncella Dilatada, que comienza a volverse célebre, y salgo de nuevo a la calle. Fue un buen día para ver rostros conocidos. Ideal, también, para no desconocerse.
Bah, evitemos las urbes con tintes de cursilería, por favor.
2 palabra de urbanodonte:
¿Quepsó con la apuesta, licenciado Valdés: el 10 de diciembre se darán los resultados?
Que ondis!!! =)
Gracias por el mail, tienes razon quiza es la presencia, a ver que pasa, ya ando armando mi depa a escondiditas jejeeee :P
Gusto en saludarte! Nos leemos!
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