Nancy, la Frida, y un ring de Lucha Libre
Hay un juguete maravilloso: Un ring de lucha libre -con sus cuatro monitos- en el sillón de la sala de Thelma. Cada que van de visita Marissa y Alejandra, las dos sobrinas, en algún momento se entretienen arrojando a los luchadores esos de plástico de un extremo a otro del entarimado.
Me imagino la gracia que le han de causar a Thelma y Nancy - las dos tías- cuando las niñas balbucean "las luchas, las luchas".
Nancy es la hermana de Thelma. Hoy cumple años. Seguramente habrá pastel y yo aprovecharé la oportunidad para comerme mi rebanada mientras tomo a dos de los luchadores y hago que se arrojen desde la tercera cuerda.
Thelma procurará que la Frida -la gata que rescató de la calle creyendo que era gato- no le arañe una pierna a medio trago de café o Coca Cola Light. A mí la Frida no me hace nada. Excepto cuando estoy en un sillón y la gata se me acerca y aprovecho para nalguearla. Entonces la felina simula molestarse.
Entonces, mientras yo me entretengo con el ring que todavía no me llevo de su casa, Thelma batalla con la gata y Nancy -la cumpleañera, no lo olviden- estará platicando con Alejandra -amiga suya y compañera de su trabajo- sobre otra compañera. Me imagino la escena: Una escena familiar clásica en el centro de la ciudad de San Nicolás.
Me gusta la escena. Me da de qué escribir los viernes por la tarde recordando que los cumpleaños siempre valen la pena.
(por cierto, que ese ring de juguete me lo regaló Gerardo Ortega -un compañero de mi trabajo- de Navidad. El ring se quedará allí, en esa casa, un par de semanas más).
Me imagino la gracia que le han de causar a Thelma y Nancy - las dos tías- cuando las niñas balbucean "las luchas, las luchas".
Nancy es la hermana de Thelma. Hoy cumple años. Seguramente habrá pastel y yo aprovecharé la oportunidad para comerme mi rebanada mientras tomo a dos de los luchadores y hago que se arrojen desde la tercera cuerda.
Thelma procurará que la Frida -la gata que rescató de la calle creyendo que era gato- no le arañe una pierna a medio trago de café o Coca Cola Light. A mí la Frida no me hace nada. Excepto cuando estoy en un sillón y la gata se me acerca y aprovecho para nalguearla. Entonces la felina simula molestarse.
Entonces, mientras yo me entretengo con el ring que todavía no me llevo de su casa, Thelma batalla con la gata y Nancy -la cumpleañera, no lo olviden- estará platicando con Alejandra -amiga suya y compañera de su trabajo- sobre otra compañera. Me imagino la escena: Una escena familiar clásica en el centro de la ciudad de San Nicolás.
Me gusta la escena. Me da de qué escribir los viernes por la tarde recordando que los cumpleaños siempre valen la pena.
(por cierto, que ese ring de juguete me lo regaló Gerardo Ortega -un compañero de mi trabajo- de Navidad. El ring se quedará allí, en esa casa, un par de semanas más).
1 palabra de urbanodonte:
Hooola Luis!!
Espero que te hayas pasado muy bien tu B-Day, alcanzaste a ir a Zacatecas?
Estamos hablando pa ver si nos vemos pronto OK
saludos!!!!!
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