El Mulato está rapado
Entre varias luchadoras de la LLF sujetaron al referi cuando apenas intentaba bajar del ring. La Novia de Jason -el de las películas de terror, no los argonautas- alzó con su mano derecha la rasuradora de pilas AA y la aplicó en seco a la cabellera finamente cortada del Mulato.
El tipo balbuceaba: "no, no", y el público gritaba: "Déjenlo bajar al pobre güey, como quiera está bien feo.
A final de cuentas lo dejaron con puras mordidas, y hasta el bigote le cortaron.
Pidió el micrófono. Aseguró a las luchadoras que lo raparon, que se las iba a cargar el carajo. "Tú -señaló a la Novia de Jason-, vas a ver, cabrona. Voy a hacer que pierdas la máscara".
Y yo tomándoles fotos mientras Thelma me sujetaba del brazo. Arnulfo Vigil, director de la revista OFICIO, aparece de quién sabe donde y me dice a señas que guarde las fotos para su revista.
Apenas alcanzo a regresar al borde del ring, para tomar la imagen de un empleado barriendo los cabellos del Mulato sobre la lona.
Thelma no deja de gritar: "Polly, Polly, Polly..."
Un par de luchas después reaparece el Mulato ya a rapa. Comienzan a gritarle "Kojak"... se pronuncia Koyac.
Salimos por la calle Emilio Carranza de regreso a Morelos y pienso que a veces los bigotes deberían conservarse. No sé si más por estética visual o mera dignidad. Pero, caray, quién le manda treparse en un ring con pura luchadora. De por sí las mujeres son peligrosas.
El tipo balbuceaba: "no, no", y el público gritaba: "Déjenlo bajar al pobre güey, como quiera está bien feo.
A final de cuentas lo dejaron con puras mordidas, y hasta el bigote le cortaron.
Pidió el micrófono. Aseguró a las luchadoras que lo raparon, que se las iba a cargar el carajo. "Tú -señaló a la Novia de Jason-, vas a ver, cabrona. Voy a hacer que pierdas la máscara".
Y yo tomándoles fotos mientras Thelma me sujetaba del brazo. Arnulfo Vigil, director de la revista OFICIO, aparece de quién sabe donde y me dice a señas que guarde las fotos para su revista.
Apenas alcanzo a regresar al borde del ring, para tomar la imagen de un empleado barriendo los cabellos del Mulato sobre la lona.
Thelma no deja de gritar: "Polly, Polly, Polly..."
Un par de luchas después reaparece el Mulato ya a rapa. Comienzan a gritarle "Kojak"... se pronuncia Koyac.
Salimos por la calle Emilio Carranza de regreso a Morelos y pienso que a veces los bigotes deberían conservarse. No sé si más por estética visual o mera dignidad. Pero, caray, quién le manda treparse en un ring con pura luchadora. De por sí las mujeres son peligrosas.
3 palabra de urbanodonte:
Luis, que chido, sube una de esas fotos, no? si hay que cuidarse de las mujeres...aunque no sean luchadoras en el ring...
Ricardo:
No te odio, sólo me burlo de ti por tu vida patética.
Y si tú fuiste el que que me hackeó mi blog, lamento decirte que me das bastante risa por lo estúpido que eres.
Atte. Norma Cuéllar
Mmm, de lo que se entera uno en los blogs, Cabrito... pero yo venía e scribirte porque qué con madre te quedó eso de la lucha libre LL.
Cuando jui en diciembre a Mty Mascota Gerson me llevó a la sede y conocí al Mulato. nada más de imaginarlo pelón y sin bigote... caray, me dio terror, no harto, pero sí me dio. jaja, que chido. Disfruto mucho tus post.
A. Ramos
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