miércoles, mayo 10, 2006

Madres para la merienda

Esta ciudad está llena de madres. Ayer los centros comerciales exhibían a personas comprando regalos para madres. Como el caso de una joven pareja que andaba entre las maletas de samsonite y los aparatos eléctricos buscando un regalo para la madre del tipo.
Ese tipo era yo. Y hace rato, mi madre contesta el teléfono celular. Por fin. Las madres tienen la curiosa costumbre de cargar con un teléfono celular apagado.
Ella contestó que estaría en la casa de la Nuevo Repueblo. Con eso se cumple el primer paso: calcular ubicación.
Le digo que no se mueva, que nos espere porque hay planes de salir temprano del trabajo.
Pero ella, a sus poco más de sesenta años, tiene una agenda apretada.
No pondrá paciencia de su parte. Más bien, Thelma y yo debemos hacer uso de nuestra rapidez para alcanzarla antes de que se escape al Parque Fundidora a un baile para personas de la tercera edad.
se presentará el Grupo Generación 6o`s... tocando sus éxitos de tiempos del rock and roll.
A mi madre nunca le ha gustado demasiado el rock and roll. En cambio, mi suegra sí es una rockanrolera de hueso colorado.
Pero sería más tranquilo conservar la idea de mi madre -una idea surrealista- como la señora que espera pacientemente a su hijo y nuera, sentada en una mecedora.
Esto es un autoengaño -por supuesto-, para no imaginarla bailando con dos señores, como sucedió en el concierto de la Sonora Santanera.

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