Car World Center

Las siglas dicen CWC.
Sobre calzada Madero, a la altura de Pablo A. de la Garza -allí donde venden un buen de cosas para carros-. Se les insistió si tenían un estilo de llantas para Seat Ibiza. Luego de buscar, dijeron que llegaban este martes.
Ayer estábamos allí a las seis treinta de la tarde. Nos hicieron esperar un poco mientras las traían de bodega.
-¿No hay sillones para esperar o algo así? -preguntó Thelma. Entramos a un cuarto con paredes de vidrio, pero no tenían clima ni muebles ni nada.
Bueno, pensé a manera de consuelo que ese no era propiamente un consultorio médico. eso sí, tenían música grupera al mayor volúmen que se pudiera. Comencé a rezar para que no pusieran regaetton y descubrí a una mujer y su hijo en una camioneta a la que le cambiaban las llantas. Dije: Si en las paredes hubiera posters de mujeres semidesnudas, estarían limitando su campo de clientela.
Seguía pensando en eso cuando nos pasaron a la oficina para pagar. Allí había una secretaria, en el centro de una habitación tapizada con posters de mujeres en traje de baño -algunos de estos, autografiados-. Dije divertido al oído de Thelma: Para una feminista, trabajar en un ambiente así sería denigrante.
En otro tiempo me hubiera resultado menos incómodo verlos.

Cuando pedimos factura -para mi declaración en Hacienda- el güey dijo: sí se la damos, pero nos paga el iva.
¿Para qué carajos le ibamos a pagar el iva a su maldita factura, si justamente yo la necesito para no pagar el iva en mis recibos de honorarios?
Maldita sea. Pinches mecánicos. Dan ganas de regresar, para robarles sus posters de viejas y venderlos a algún amigo -por si me interesa recuperarlos algún día.