miércoles, mayo 04, 2005

Así son los cumpleaños de princesas

No me di cuenta en qué momento se pusieron de moda las Princesas de Disney. Ahora hasta las venden en versión infantil como los Muppet Babies. El caso es que Marissa cumplió tres años y la fiesta fue en casa de Thelma. Todito de princesa. Las envolturas para regalos, el pastel que compró su dulce y rosa tía Nancy -dulce porque ahora resulta que dice que soy buena persona, je-, los platitos pa niños, los vasos, los gorritos y la piñata esa que después de que la niña abrazó, fue agandallada por mí para treparla en una acción rápida a la azotea donde ya estaba Alejandro - el papá- esperando con la riata lista -es decir, con el mecate-.
La piñata estaba rellena de paletas, mazapanes y bombones. Thelma -vestida en negro- se me acercó con las dos manos cargadas de dulces mientras yo le tomaba fotos a su mamá recién levantada del suelo también con un buen cargamento de paletas y chicles. Los niños casi no alcanzaron.
Y allí ando entre el alboroto, tome que tome fotos a la cumpleañera y a su hermanita la Molo Molotov -en azul-. Se me pasaba decir que Marissa llegó a dicha casa ubicada en el meritito centro de San Nicolás, luciendo un vestido largo de diseño exclusivo "Caperucita", de Plaza Morelos.
Toda una princesa, puesn.
No le pregunten a este cabrito cómo le hizo, pero terminó enseñando a una parvada de chamaquíos cómo se juega a las comiditas. Y es que además de regalos de cumpleaños hubo por el Día del Niño. Thelma me trajo refresco de manzana y le servía a la cafeterita de Marissa. Los niños le decían: ¿Me da más café? y ella servía en las tacitas. De inmediato le decían: Gracias.
Luego ella se retiró y yo me quedé de vil garzón, imaginando que mi vocación de mesero de Vips no se había perdido en el limbo.
Así son los cumpleaños de princesas, caray. Cómo decirle que no a una princesa vestida en amarillo. Una Bella sin la Bestia rondando cerca. Y cómo decirle que no, con esas rebanadotas de pastel que no me ahogaron de puro milagro. Discúlpenme por parecer tan hambreado, pero este hombre no acude a cumpleaños todos los días. A lo mejor por eso me comporto tan curiosamente lindo. Pónganme a prueba.

1 palabra de urbanodonte:

Blogger -ReD- dijo...

Pongamoslo a prueba, puedo llevarle a los 7 sobrinos que tengo y que personalmente me he encargado de malcriar?

10:09 p.m.  

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