Nuevo Repueblo

Es una colonia casi en el centro de Monterrey, Ciudad Mascota. A una orilla del Río Santa Catarina que divide a esta ciudad en dos. A unas calles está el centro 8 del IMSS donde mi madre imparte clases de tai chi desde las nueve de la mañana. Por eso ella compró la casa: para no tener que usar camión cuando ya batalle para abordarlos. Mi madre tiene más de sesenta años. Algunas de sus molestias físicas aminoraron con el ejercicicio del tai chi. Claro que también con el conocimiento de esos principios de Kung fu, fue que le torció una mano a mi hermano. Él ni siquiera gritó. Es un tipo muy serio.
Por si las dudas, yo no me le acerco a mi madre desde pasaditos mis 15 años, cuando ella todavía daba muestras de una elasticidad que en cualquier momento te sujetaba y ya podías despedirte de tus planes de escapar de casa. No dudo que incluso hoy día pueda tener esos alcances de velocidad, pero la mujer seguramente sabe fingirlos mejor, y reservarlos para momentos de mayor dramatismo.
Ha comprado una casa en la colonia Nuevo Repueblo, Sinaloa justo a un lado de Ayutla; La calle por donde entran los taxis para tomar atajo cada que regreso a medianoche desde el norte de la ciudad (casa de Thelma) al sur (mi casa). Este sábado fuimos a llevar una tv, cojines, colchoneta y bolsas. En su nuevo patio estaba mi cuñada con Mauricio (mi sobrino de siete años). Mi hermano (el mayor) estaba instalando rosetas para focos en una de las habitaciones.
Luego mi madre y mi cuñada se perdieron más de una hora, buscando un par de rosetas más, y llegaron por el otro extremo de la calle cargando una bolsa con pan. Apenas entraron y la roseta de cerámica no duró ni los diez minutos cuando mi sobrino corría y a su padre se le cayó la pieza para el foco. Ahora fui yo a quien mandaron a la ferretería. Me sirvió para ver que a un lado hay un garage de motocicletas choppers. "Hell's Angels en el barrio", pensé, mientras soñaba con escapar a la casa de Thelma y devorar el resto del día de una vez por todas: Ver la televisión hasta quedarme dormido en un sillón de su sala.